Vuelta atrás

Dame el humo de tu boca...

la revista Nuevo Mundo, le dedicó su portada de marzo de 1912 a la actriz Pura Martinez

Cuando me da por algo...esta vez ha sido por el tabaco, y para colmo no he fumado nunca, eso si, soy fumador de los llamados pasivos, ya que por amistad he estado envuelto en humo desde hace tiempo. Tampoco soy de los que van por ahí diciendo a la gente que me molesta, no, no soy de ese tipo, ¿debería?
pues “a lo mejo” si. Confío que la gente que fuma, me respete, y puestos a ser sinceros suele pasar bastante a menudo.

Lo que si me parece un disparate es, lo hipócritas que podemos llegar a ser, y en el caso del tabaco, hasta roza lo patético. En Inglaterra quieren prohibir que se fume en las películas, y aquí que no se subvencionen las cintas que lo hagan...pero no dicen nada en absoluto, de que si alguien en alguna película le corta la cabeza a otro, o le pega tres tiros, y luego le prende fuego, no, de eso no se habla, es de lo más normal, después de todo están las noticias de cada día, eso es como si no fuera con nosotros. Podemos ser fumadores y borrachos pero en nuestra casa, en cuanto a ir pegando tiros por ahí, eso es mas global y no pasa nada, prohibir toda esa violencia por favor..., pero no se te ocurra ponerte un cigarrillo en los labios porque estas violando la ley mundial y eres un
indeseable. Creo seriamente que el tabaco no es bueno, te pudre los pulmones. Como también creo que deberíamos priorizar con las maldades, y hay tantas para mantenernos entretenidos...

No, no es Benicio Del Toro, es el auténtico Ernesto "Che" Guevara

Humo y cine

Maravillosa Bette Davis

Now Voyager (La extraña pasajera), de Irving Rapper (1942)

La famosa escena de los dos cigarrillos

Los no menos maravillosos y por entonces marido y mujer
Barbara Stanwyck y Robert Taylor

Rock Hudson nada menos que todo un hombre

Venus tuvo nombre, Ava Gardner

¿Fumas? No, gracias

Saber fumar no es solamente aspirar para luego sin más expeler el humo, sino poseer una elegancia, una naturalidad y un estilo propio de fumador. Para buscar ese estilo del que hablo, tendríamos que dar una vuelta atrás y situarnos en aquellas viejas películas de los años treinta y cuarenta, y buscar esa elegancia y estilo en Rober Taylor, Bogart, James Cagney, Jean Gabin, Gable, George Raft, John Garfield, Grant o el mismo Rodolfo Valentino, con un estilo muy particular de lanzar el humo.

Valentino el mito erótico de los años veinte

Mel Gibson al filo del abismo, con cigarro y pistola

Fumadoras de cine

Entre ellas tenemos a grandes fumadoras; Conchita Montes, Marlene Dietrich, Jean Harlow, Carole Lombard, Greta Garbo, Conchita Montenegro, Deborah Kerr, Ava Gardner que consumía el cigarro como si fueran amantes, con dejadez y elegancia.

Dos elegantes actrices y dos Conchitas para el cine español.
Conchita Montes y Conchita Montenegro, la primera en abrir las puertas de Hollywood

Ellos

Príncipe Radian : el torso viviente.
Nacido sin extremidades en la Guayana británica, Sudamérica, en 1871.
Un conocido empresario fue quien le dio el nombre de “La oruga humana” y le llevo a pasearse por los circos de toda Norteamérica.
Hablaba hindú, inglés, alemán y francés. Su filosofía personal era que ninguna discapacidad física importaba si dominaba la mente. Podía escribir, pintar, afeitarse y enrollar sus propios cigarrillos usando sólo su boca. Se caso y tuvo varios hijos.
Para saber más: Guía para ver y analizar La parada de los monstruos, Tod Browning (1932)
Lucía Solaz Frasquet

Casablanca

¿Alguien se imagina “Casablanca sin humo”? el lugar donde más se fuma del mundo o Bette Davis en “La extraña pasajera”, que fumaba a escondidas de su madre, que la tenía consumida, valga la redundancia, y que gracias a un buen psiquiatra huye de la tiranía en que se encuentra sumida y fuma, fuma mucho. O Joan Crawford en “Johnny Guitar”, que no le queda más remedio que vivir, fumar y hasta pensar como un hombre, si quiere sobrevivir como mujer... Momentos estelares de humo en el cine hay muchos, pero la magia se hubiera roto si aquel sistema que se intento implantar en algunas películas “olvidables” hubiese funcionado: el Odorama, entonces nos hubiesemos dado cuenta de lo mal que huele el tabaco en la ropa, en el aliento, o la tos de cazallero o los dedos manchados de nicotina, o el efecto desolador en los dientes, y ya no digamos en la voz rota y tomada y sobre todo el efecto mortal que puede llegar a causar. Por un momento, tenía que poner los pies en la tierra.