Cine y Semana Santa.
Paco Rabal, el Papa Pío XII recibe a Pablito Calvo, Ramon Novarro y su Ben-Hur.
Rita Hayworth y Silvana Mangano, muchas cosas en común...

Muerte y vida se dan cita en estos festejos de Semana Santa. Lejos quedan aquellos días en que los cines se ponían de acuerdo y nos ofrecían reposiciones de películas relacionadas con el tema sagrado: Ben-Hur, Los diez mandamientos (un aburrimiento), Quo Vadis o alguna de Victor Mature y Hedy Lamar, que no sería otra que Sansón y Dalila o con mucha suerte Espartaco esa maravilla de Stanley Kubrick.
Barrabas, Rey de reyes, La historia más grande jamás
contada, Jesús de Nazaret, La túnica sagrada, La última tentación de Cristo (esta con amenazas de bomba...) Fabiola o la más
reciente y tortuosa, La pasión de Cristo...



En el año 1953, la cartelera te dejaba pocas opciones...



Y la cosa no mejoraba. Luis Lucia dirigía otra versión de la película en que debutó una de las grandes del cine y la canción española: Imperio Argentina. Solo que esta vez la monjita en cuestión era la guapa y ahora "empalagosa" Carmen Sevilla, junto a uno de los grandes de aquellos años, Jorge Mistral.
De Sor Intrépida (1952), muy a pesar de que se llevase El Premio Mundial de Interpretación, cabe destacar la siempre estimulante presencia de Francisco Rabal.


Rafael Gil repasa el guión con (unos atentos) Francisco Rabal y Gerard Tichy en El beso de Judas(1954)
Paco Rabal en sus memorias (Paco Rabal si yo te contara) dijo que El beso de Judas, a excepción de los que la protagonizaron, no la vió practicamente nadie...



La estupenda película de vajda (1955)



1955 Pablito Calvo junto a Ladislao Vajda es recibido por el Papa Pío XII


La más famosa película muda de los años veinte. Fred Niblo (1925)
El dr William Wyler hizo un exitoso y oscarizado (once Oscars) remarke en el año 1959

Hay escenas que fueron coloreadas, como la aparición de la Virgen o cuando Judah Ben-Hur aparece triunfante en el desfile de la victoria, y a su paso mujeres prácticamente desnudas, van arrojando flores a su paso.
Los efectos visuales son superiores a la de Wyler, así como el tratamiento dramático que su director, Fred Niblo, dió a varias escenas, como las batallas navales. Y aunque Heston hizo un trabajo realmente bueno, te daba la seguridad de que con ese cuerpo de estar picando piedra en las minas... saldría a flote, aunque le metieran cuarenta años en galeras, cosa poco probable en el caso de Ramón Novarro, que no te transmitía esa seguridad física, pero si una inmensa delicadeza y ternura, como se suponía que debía ser un príncipe...

La escena donde Judah está preso en galeras, se ve a uno de los presos atado a un poste desnudo... algo inimaginable que sucediese en años venideros y mucho menos en un cine épico con tintes religiosos, aunque es cierto que en estos casos la censura siempre parecía cerrar, por lo menos, un ojo.

En definitiva una interesante película épica que, aún pasados ochenta y tres años, se mantiene fresca la mayor parte de ella, desprendiendo una carga erótica, inexistente en la de Wyler (este fue asesor de producción de esta versión de Niblo), a no ser que se busque en el torso desnudo de Heston.



Charlton Heston "empalao" en Los diez mandamientos de Cecil B. DeMille (1956)
Y el "empalao"de Valverde de la Vera, (Cáceres)




Jeffrey Hunter muy metido en su papel de Jesús en Rey de Reyes (dir. Nicholas Ray, 1961)



La Túnica Sagrada (dir. Henry Koster, 1953)
Richard Burton apoyado en la cruz, observa un cielo poblado de estrellas...



El signo de la cruz (dir. Cecil B. DeMille, 1932)
Otra de las películas de cristianos, circo, y leones, con un notable grado de erotismo inusual en la época.


Sanson y Dalila (dir. Cecil B. DeMille, 1949)
Destacar las escenas de la destrucción del templo, la estupenda y bella Hedy Lamarr.
Ganó dos Oscars en la categoría de mejor vestuario en color y decoración en color.

Quo Vadis (dir. Mervyn LeRoy, 1951)
Con ocho nominaciones a los Oscars, se quedó sin ninguno.


Rita y Silvana, dos personajes y dos actrices con muchas cosas en comun: talento, belleza y ambas cantaban y bailaban y ¡eran más buenas que el pan!
Salome (dir. William Dieterle, 1953)
Lo mejor sin dudarlo Rita Hayworth,
Charles Laughton y Judith Anderson

Ana (dir. Alberto Lattuada, 1951)
la Mangano, Raf Vallone y Vittorio Cassman ¿Se puede pedir más?
Silvana Mangano popularizó la caliente canción "El negro zumbón", el baión de Anna.



El disco de pizarra donde Silvana Mangano cantaba dos canciones,
El negro zumbón y T'ho voluto bene

La frase publicitaria que podemos leer en el poster dice así:

Ana, la mujer que con su entrega a Dios apagó heroicamente el fuego de sus
pasiones humanas... ¡Casi ná!

No creo que apagara ningún fuego y desde luego el mío
¡No!