Yma Sumac el ruiseñor imperial de los Andes. Lola Flores y Vivien Leigh. Orson Welles, Paco Rabal...
En 1954 la llamada el ruiseñor imperial de los Andes, hacía su primera película la leyenda del Inca.
Yma Sumac siempre estuvo rodeada de un aura de magia y misterio. Se decía que cuando era niña, desaparecía en la selva para imitar a los pájaros y rendir culto al Dios del Sol, dios de los Incas.

El compositor peruano Moisés Vivanco, por entonces estudiante de música antigua y del folklore del Perú se había desplazado hasta Cajamarca, a estudiar los orígenes del rito de la Fiesta del Sol. Allí vio y escucho por primera vez a Yma, que cantaba la ofrenda de su pueblo al Sol.
Vivanco fuertemente impresionado por la voz, la personalidad y la belleza de la niña, quien contaba por entonces (1939) once años, convenció a sus padres de que la dejasen marchar a Lima, donde pudo completar sus estudios y utilizar su increíble y potente voz de cinco octavas de extensión... Y donde Vivanco, compuso y dirigió música para ella

Moisés e Yma acabaron como era de esperar enamorándose y casándose cuando contaban catorce y diecinueve años. Esto sucedía en 1942.
El sueño se rompe en 1957 en forma de divorcio.
Yma Sumac llego a los USA en enero de 1946, rodeada de gran expectación, y dejando a los norteamericanos pasmados ante las afirmaciones de Yma de poseer sangre real Inca. Los Incas fueron los soberanos de los indios Keshwa de Perú.

Su madre Emilia Atahualpa, era descendiente directa del último emperador del Perú, y su padre Sixto Chávarri peruano de origen vasco.
De la distribución de su música se encargó la compañía de discos Capitol Records, que los puso en venta en todo el mundo.

Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo. La única peruana con estrella en Hollywood
En 1954 la llamada el ruiseñor imperial de los Andes, hacía su primera película la leyenda del Inca.
Yma Sumac siempre estuvo rodeada de un aura de magia y misterio. Se decía que cuando era niña, desaparecía en la selva para imitar a los pájaros y rendir culto al Dios del Sol, dios de los Incas.
El compositor peruano Moisés Vivanco, por entonces estudiante de música antigua y del folklore del Perú se había desplazado hasta Cajamarca, a estudiar los orígenes del rito de la Fiesta del Sol. Allí vio y escucho por primera vez a Yma, que cantaba la ofrenda de su pueblo al Sol.
Vivanco fuertemente impresionado por la voz, la personalidad y la belleza de la niña, quien contaba por entonces (1939) once años, convenció a sus padres de que la dejasen marchar a Lima, donde pudo completar sus estudios y utilizar su increíble y potente voz de cinco octavas de extensión... Y donde Vivanco, compuso y dirigió música para ella

Moisés e Yma acabaron como era de esperar enamorándose y casándose cuando contaban catorce y diecinueve años. Esto sucedía en 1942.
El sueño se rompe en 1957 en forma de divorcio.
Yma Sumac llego a los USA en enero de 1946, rodeada de gran expectación, y dejando a los norteamericanos pasmados ante las afirmaciones de Yma de poseer sangre real Inca. Los Incas fueron los soberanos de los indios Keshwa de Perú.

Su madre Emilia Atahualpa, era descendiente directa del último emperador del Perú, y su padre Sixto Chávarri peruano de origen vasco.
De la distribución de su música se encargó la compañía de discos Capitol Records, que los puso en venta en todo el mundo.

Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo. La única peruana con estrella en Hollywood
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