Sucedió hace 50 años-décima parte
Crónica Negra
La gente se preguntaba ¿ayudaba el doctor Adams a morir a sus clientes?
John B. Adams, era el medico favorito de las viudas de Eastbourne. Se decía que con sus poderes hipnóticos, lograba que sus ricas pacientes, cambiasen el testamento a su favor-apareció como beneficiario en el testamento de 132 de sus pacientes- y ordenaban que sus cadáveres fuesen incinerados, no sin antes haberles recetado una buena dosis de somníferos –sodium barbitone-. Así lo describían: Gordo, calvo, fofo armado de gruesas gafas y escudándose en una estereotipada sonrisa. Puedo imaginar que debió ser la época que menos gordos y fofos hubo, cuando menos gafas se vendieron, y cuando más pelucas se pusieron a la venta en Eastbourne.
Hubo un periodista que siempre creyó en la inocencia Adams, e incluso llego más lejos al afirmar que se había montado un campaña policial en contra suya. Sus teorías produjeron un gran escándalo que termino con la declaración de inocencia del Dr. Adams.

Adams dándose un banquete
Lo más curioso, es que Esatbourne, era como un cementerio para viejas y ricas glorias que iban allí a descansar y a acabar sus días rodeadas de grandes lujos. No era de extrañar que el índice de mortandad fuese más activo que en otras ciudades inglesas, y de ahí que la policía andase supuestamente más despistada. No cabe duda que Eastbourne, era el decorado ideal para alguien como el doctor Adams, que a pesar de haber sido declarado inocente, muchos aún hoy, siguen considerándole culpable.
Murío en 1983, dejando 100 libras para Percy Hoskins el periodista que le defendió

John Bodkin Adams, el médico favorito de las viudas de Eastbourne

Una de sus recetas, sodium barbitone para todas
El túnel de la muerte
La prensa italiana silencio que en 1944 un tren con 521 pasajeros que cubría la línea Nápoles-Potenza, morían asfixiados al entrar en un túnel, se pensó que pudo ocurrir por la mala combustión del carbón. La noticia salta a la prensa con doce años de retraso.
El monstruo no sabía llorar
El Monstruo de Bari no sabe llorar. Se leía en la prensa. Mato a su padre, a su madre y a su hermano, y luego se marcho de juerga. No impactaba tanto el hecho que asesinara a su familia, que de por si era fuerte, sino que encima se fuera por ahí “de picos pardos”.
Italia, también tenía su crónica negra.

Se le acabó la juerga
El avión de los dementes
Una vez al mes los EEUU enviaba un avión cargado de extranjeros que aun, residiendo en ese país, si perdían la razón o sufrían enfermedades mentales y, que por supuesto careciesen de capital que cubriese el coste de su enfermedad en algún hospital, eran deportados a su lugar de origen. Le llamaban: El avión de los dementes. Uno se entera de cada cosa que te deja de “piedra pómez”. Esa cosa de los aviones con cargas extrañas, es una costumbre que viene de lejos... en fin.
La revolución húngara se pone en marcha

El gimnasta español Joaquín Blume, se barajaba entre los favoritos para los juegos de Melbourne. España no participo en protesta por la invasión de la URSS a Hungría.
Tres años después a los veintiséis años, Blume moría en accidente aéreo junto a su esposa


Miguel De la Cuadra Salcedo, veinticuatro años 1,90, un certificado medico siempre a punto y cerca de 100kg de peso. No bebe, alcohol, no fuma y jamás le veréis con una corbata decente puesta. Campeón de jabalina y disco, decía con respecto a las mujeres; me da igual que sean rubias o morenas; pero a ser posible, en rubio mejor. Si, me encantan las chicas deportistas que fumen y que alternen. Que sean modernas, pero honestas ¡Santo Dios!

Chicas modernas, fumadoras y rubias...

Salcedo sin su característico bigote
Crónica Negra
La gente se preguntaba ¿ayudaba el doctor Adams a morir a sus clientes?
John B. Adams, era el medico favorito de las viudas de Eastbourne. Se decía que con sus poderes hipnóticos, lograba que sus ricas pacientes, cambiasen el testamento a su favor-apareció como beneficiario en el testamento de 132 de sus pacientes- y ordenaban que sus cadáveres fuesen incinerados, no sin antes haberles recetado una buena dosis de somníferos –sodium barbitone-. Así lo describían: Gordo, calvo, fofo armado de gruesas gafas y escudándose en una estereotipada sonrisa. Puedo imaginar que debió ser la época que menos gordos y fofos hubo, cuando menos gafas se vendieron, y cuando más pelucas se pusieron a la venta en Eastbourne.
Hubo un periodista que siempre creyó en la inocencia Adams, e incluso llego más lejos al afirmar que se había montado un campaña policial en contra suya. Sus teorías produjeron un gran escándalo que termino con la declaración de inocencia del Dr. Adams.

Adams dándose un banquete
Lo más curioso, es que Esatbourne, era como un cementerio para viejas y ricas glorias que iban allí a descansar y a acabar sus días rodeadas de grandes lujos. No era de extrañar que el índice de mortandad fuese más activo que en otras ciudades inglesas, y de ahí que la policía andase supuestamente más despistada. No cabe duda que Eastbourne, era el decorado ideal para alguien como el doctor Adams, que a pesar de haber sido declarado inocente, muchos aún hoy, siguen considerándole culpable.
Murío en 1983, dejando 100 libras para Percy Hoskins el periodista que le defendió

John Bodkin Adams, el médico favorito de las viudas de Eastbourne

Una de sus recetas, sodium barbitone para todas
El túnel de la muerte
La prensa italiana silencio que en 1944 un tren con 521 pasajeros que cubría la línea Nápoles-Potenza, morían asfixiados al entrar en un túnel, se pensó que pudo ocurrir por la mala combustión del carbón. La noticia salta a la prensa con doce años de retraso.
El monstruo no sabía llorar
El Monstruo de Bari no sabe llorar. Se leía en la prensa. Mato a su padre, a su madre y a su hermano, y luego se marcho de juerga. No impactaba tanto el hecho que asesinara a su familia, que de por si era fuerte, sino que encima se fuera por ahí “de picos pardos”.
Italia, también tenía su crónica negra.

Se le acabó la juerga
El avión de los dementes
Una vez al mes los EEUU enviaba un avión cargado de extranjeros que aun, residiendo en ese país, si perdían la razón o sufrían enfermedades mentales y, que por supuesto careciesen de capital que cubriese el coste de su enfermedad en algún hospital, eran deportados a su lugar de origen. Le llamaban: El avión de los dementes. Uno se entera de cada cosa que te deja de “piedra pómez”. Esa cosa de los aviones con cargas extrañas, es una costumbre que viene de lejos... en fin.
La revolución húngara se pone en marcha

El gimnasta español Joaquín Blume, se barajaba entre los favoritos para los juegos de Melbourne. España no participo en protesta por la invasión de la URSS a Hungría.
Tres años después a los veintiséis años, Blume moría en accidente aéreo junto a su esposa


Miguel De la Cuadra Salcedo, veinticuatro años 1,90, un certificado medico siempre a punto y cerca de 100kg de peso. No bebe, alcohol, no fuma y jamás le veréis con una corbata decente puesta. Campeón de jabalina y disco, decía con respecto a las mujeres; me da igual que sean rubias o morenas; pero a ser posible, en rubio mejor. Si, me encantan las chicas deportistas que fumen y que alternen. Que sean modernas, pero honestas ¡Santo Dios!

Chicas modernas, fumadoras y rubias...

Salcedo sin su característico bigote
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