El mundial, sueño de una noche de verano.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, aunque en el caso de la selección Española, al parecer se puede convertir en eterna, la piedra digo.

No entiendo de fútbol, si es que hay algo que entender, ni siquiera soy aficionado a este deporte. Aunque es verdad, que estos días me ha sido muy difícil mantenerme al margen de lo que ocurría, y es cierto que he intentado ver algún que otro partido, ¡lo juro! Pero a los cinco minutos me dejaba de interesar. En una palabra, me aburre. Lo que no me aburre lo más mínimo, es ver y oír los diálogos cuando los hay de la gente entendida, no tiene desperdicio, realmente merece la pena y lo recomiendo como terapia, más que nada.

Confieso que el partido en cuestión, lo vi.
Igual el mundo del fútbol, me atrapa y me arrastra a pegar berridos y abrazos a desconocidos, pero no quiero crearme falsas expectativas, y hoy por hoy me resulta del todo casi imposible, y digo casi, porque igual no estoy muerto del todo para esta afición, ya que me puse de los nervios. No sé, si por lo que veía en la pantalla, o por los que tenía a mi lado contemplando el partido.

He ido archivando lo que profesionales y aficionados decían sobre el equipo rival desde la prehistoria Francia. Bueno, perlas como estas han dejado caer: Que el equipo estaba muerto desde el año 98, esto dicho por los mismos franceses, que si estaba envejecido, que se tenía que renovar… prácticamente que se enfrentaban a un equipo que se encuentra a las puertas de la jubilación, y que nosotros contábamos con gente joven y maravillosa. Mirases por donde mirases lo teníamos todo para ganar, menos la pelota de nuestro lado.

El rival, al parecer solo tenía años…y experiencia. Detalle a tener en cuenta en el futuro y sobre todo a la hora de forjar sueños.
No es la primera vez que queda constancia, que no basta con tener veinte años, que es verdad que ayuda ¡que duda cabe! Pero que no lo es todo, ni siquiera en el fútbol, y eso se ha visto muy claramente en el equipo francés y su saber estar en el campo, y hasta yo, que soy un monstruo por no estar llorando y maldiciendo a Francia y sobre todo al mimado Zidane me he dado cuenta de ello.

Hay todavía quien insiste en decir que el equipo francés esta acabado. Es posible que así sea, dije que no entendía. Pero hoy por hoy, nuestro joven equipo está en casa, y Francia se hizo con el sueño de muchos, eso es lo que importa.
Eso si, nuestros tomates son más buenos.
Al César lo que es del César.


Pernia y Alonso, a los pies de un resucitado Zidane


El punto final para España, la continuación para Francia.


Año 1998 ¿ Se repetirá la foto?


Ayer. Compañeros amigos y residentes en Madrid


Momentos para recordar


Aún era posible


Suecia también soñaba


Y hasta se hicieron caretas con la cara de su estrella Fredrik ljungberg


El sueño se rompió


Siempre le quedará Calvin Klein


Le critican que este gordo... ¿Acaso no mete goles?

¡Ni mucho menos esto acaba aquí!